Levantar capital es una de las cosas más difíciles que cómo founder tendréis que hacer. Hoy os cuento algunos de los motivos para que sepáis dónde os estáis metiendo.
Una de las cosas que siempre digo es: “Sabes que no va a ser fácil, verdad? Será chungo y tienes que estar preparado para oír NO muchísimas veces”. Todos me escucháis sí, pero no lo interiorizáis 😂, y realmente no os lo creéis.
A lo que me viene, un mail que me envió una founder hace algún tiempo dónde me decía: “La última vez que nos vimos, decías que me preparara para lo difícil que es una ronda, pase un poco de tí, no te miento😂y, hasta que no empecé, no entendí lo que querías decir. Es jodido de narices, Alberto.
Lo más complicado, tenemos claro que es resolver un problema que preocupa a mucha gente y que encima te paguen por ello; pues bien, lo segundo es levantar capital para hacerlo realidad. De manera irónica, si resolvéis lo primero, lo segundo se vuelve mucho más fácil.
Levantar pasta es sólo un medio para un fin, no? Creo que es una habilidad rara. Para que os quede claro, nadie sabe cómo criar a un hijo antes de haber pasado por el proceso, pues lo mismo pasa con las startups. No me importa si habéis hecho un MBA, habéis trabajado en M&A o en una consultora o lleváis 10 años trabajando en una incubadora; Es diferente a cualquier ejemplo que se os ocurra.
Para más inri, incluso aquellos que hemos levantado algo de capital antes, seguimos sin saber mucho😂. Cuanto más aprendo sobre las diferentes casuísticas que existen, más me doy cuenta de lo complicado que pueden llegar a ser las cosas.
Ninguna organización, escuela o empresa, prepara a la gente para el “juego de levantar capital”. Desgraciadamente se habla de 0 o 1. En el mundo real, el éxito y el fracaso son un espectro. Las cosas son un poco más grises y negociables. Si no apruebas un examen, puedes negociar la redacción de un trabajo para recuperar las notas. Si te esfuerzas en una empresa y fracasas, pues no pierdes el trabajo.
Cuando levantáis capital, o sois invertibles y conseguís el dinero que necesitáis desesperadamente, o fracasáis rotundamente. Además, no podéis preguntar al profesor (inversor) por qué os ha suspendido el examen (por qué no invierten).
Muchos founders vuelven a un estado infantil en el que piensan que ellos también son el centro del universo. La cosa es que a nadie le importa, y menos a los inversores. La inversión es un embudo, igual que el marketing para conseguir clientes. Empezáis con un montón de lo que sea, luego creáis interés con el tiempo. Al final conseguís clientes.
Sólo los VC hacen un máximo de 10 clientes (inversiones) por año.
Para un “first-time” founder, es más que probable que estés jugando en la parte superior del embudo (siendo ignorado) y ocasionalmente pasando a la siguiente etapa y la realidad es que los inversores no se preocupan por vosotros hasta que lo hacen, porque no sois más que una estadística.
Como founders, tenéis una visión borrosa del futuro en el mejor de los casos. Por alguna razón, creéis que los Venture Capital sabrán más que vosotros, pero honestamente, están apostando a que sois más inteligente que ellos.
No quiero cagarme en todos los inversores como hace la gente en X. A la gente le encanta llamar idiotas a los inversores y no es para nada verdad.
La mayoría de los inversores profesionales tienen un currículum con el que vosotros sólo podéis soñar. No son tontos. La diferencia entre un triunfador y un perdedor es el sesgo de supervivencia, aparte, de las raras excepciones que se han ganado el título de leyenda.
La inversión en early stage tarda 7 años en validar si tienen razón o no. Es una locura. La mayoría de los inversores son generalistas y cubren cualquier cosa que parezca sexy. De aquí que aprendan despacio.
Lo que digo siempre a los founders para ayudarles a entender la inversión es que no existe una escuela de inversión. Es muy fácil odiar a los fondos de capital riesgo, pero si puedes entender lo difícil que es, puedes aprender a ser más zen a la hora de comprometerte con ellos para conseguir cerrar tu ronda.
Si estáis levantando una ronda de business angels, lo más importante que podéis hacer es contar una historia. Dadas las estadísticas, el inversor está perdiendo su dinero. Todo lo que le ofrecéis es una historia muy chula que pueda contar a sus amigos durante el fin de semana.
Aquí una realidad:
Invertir en pre-seed es un pasatiempo raro para ricos. Pero ese es el punto, es un hobby; y un trabajo para muy pocos.
Decir que los inversores profesionales son inmunes al FOMO y a la prueba social es una estupidez. FOMO y la prueba social son los mayores impulsores. Para la mayoría, un no rápido es el paraíso, a pesar del golpe de ego a corto plazo.
Mi tesis es que todos los inversores son:
Por cada inversor que da un paso adelante para hacer una operación hay otros 200 esperando.
Veis startups cerrar rondas todo el rato, así que asumís que es como cualquier cosa, algo de trabajo y esta hecho 😂.
Ahora sois un poco ignorantes y tendréis optimismo. Pero aprenderéis lo suficiente para daros cuenta de que no teníais ni idea.
Al final os daréis cuenta de que no sólo es más difícil, sino que es mucho más difícil de lo que podríais prever. En cada etapa, vuestra confianza irá disminuyendo. Al final deseareis una muerte rápida con cada inversor... "sólo dime que no si es un no...".
Planificar el fracaso. No invirtais demasiado tiempo en nadie. Asumir que alguien os va a fastidiar. Es una forma horrible de vivir la vida, pero es como vivir una ronda. Hay demasiado en juego.
Nunca creáis que una conversación que va realmente bien se cerrará, y apostéis la supervivencia de vuestra startup en ello. Eso es la ruleta rusa.
Asumir que los inversores son súper atractivos, pero no fiables. Os dirán que os quieren, pero podrán desaparecer en un chasquido de dedos.
Si estáis levantando capital, tenéis que enfrentaros a la realidad. La mayoría de las startups no son invertibles y, por definición, la mitad de los founders están por debajo de la media.
Nadie nació sabiendo levantar capital. Lo bueno es que podéis aprender a hacerlo.
Nos leemos en breve,
Un abrazo👋,
Alberto Hospital