Deducciones fiscales de I+D+i
Deducciones fiscales de I+D+i

Cómo funcionan las deducciones fiscales por I+D+i: guía práctica para aprovechar uno de los incentivos más potentes (y olvidados) del sistema fiscal español

A menudo hablamos de ayudas públicas, préstamos blandos o subvenciones competitivas como mecanismos para financiar la innovación empresarial. Pero hay un incentivo mucho más directo, flexible y recurrente, que pocas empresas aprovechan bien: las deducciones fiscales por I+D+i.

En este artículo te explicamos qué son, cómo se calculan, qué requisitos hay que cumplir y cómo maximizar el retorno con seguridad jurídica. Todo basado en la experiencia real tramitando este incentivo con empresas de todo tipo, desde startups hasta compañías industriales.

¿Qué son las deducciones por I+D+i?

Las deducciones por I+D+i son reducciones directas en la cuota del Impuesto de Sociedades para empresas que invierten en actividades de investigación, desarrollo o innovación tecnológica. No se trata de una ayuda sujeta a convocatoria ni a concurrencia competitiva: es un derecho fiscal reconocido por ley (art. 35 de la LIS).

Hay dos grandes bloques:

  • I+D: proyectos con componente científico-técnico, orientados a la generación de conocimiento nuevo o su aplicación para desarrollar productos, procesos o servicios innovadores.
    • Deducción general del 25% sobre los gastos.
    • Si superas la media de los dos años anteriores, se aplica un 42% sobre el exceso.
    • +17% adicional si tienes personal exclusivamente dedicado a I+D.
  • Innovación Tecnológica (IT): mejoras significativas en procesos o productos existentes que suponen un salto respecto al estado del arte interno o del sector.
    • Deducción del 12% de los gastos.

Qué tipo de empresas pueden beneficiarse

Cualquier empresa —grande o pequeña— que:

  • Presente Impuesto de Sociedades (modelo 200).
  • Haya incurrido en gastos relacionados con actividades de I+D+i en el ejercicio fiscal o en los últimos 5 años.
  • Tenga bien documentada su actividad innovadora (aunque sea una pyme no tecnológica, como veremos luego).

Incluso si no das beneficios, puedes:

  • Guardar el derecho de deducción hasta 17 años.
  • O monetizar la deducción y convertirla en ingreso, si cumples ciertos requisitos.

Qué gastos se pueden deducir

Gasto en personal interno

  • Coste hora (salario bruto + SS) x horas imputadas al proyecto.
  • Solo se puede deducir si la persona participa activamente en tareas técnicas o de innovación (no administración, ni soporte).

Gasto en proveedores externos

  • Desarrollo de software.
  • Consultoría tecnológica.
  • Ensayos, pruebas, diseño de prototipos, etc.
  • Las facturas deben contener conceptos válidos (ej. “Desarrollo software ERP personalizado”, no “Implantación ERP estándar”).

Otros gastos

  • Materiales.
  • Amortización de equipos usados en el proyecto.
  • Gastos directamente relacionados (ej. viajes técnicos).
Gastos NO deducibles: formación, mantenimiento, adaptaciones a cliente, cambios estéticos, marketing, certificaciones de producto...

¿Cuándo se puede aplicar?

  • Gastos a deducir: deben haberse ejecutado y contabilizado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del ejercicio fiscal.
  • Deducción: se solicita al presentar el Impuesto de Sociedades (modelo 200), antes del 25 de julio (si el ejercicio coincide con el año natural).
  • Se puede aplicar de forma retroactiva hasta 5 años mediante declaraciones rectificativas.

¿Cómo asegurar la deducción frente a Hacienda?

Depende del nivel de seguridad jurídica que quieras:

  • Autoliquidación directa: te aplicas la deducción sin soporte técnico externo.
    • Bajo riesgo = bajo nivel de protección.
  • Con soporte técnico (certificadora):
    • Informe técnico que clasifica las actividades como I+D o IT.
    • Recomendado para empresas con volumen medio-alto de deducción.
  • Informe Motivado Vinculante (IMV):
    • Emitido por el Ministerio de Ciencia o CDTI.
    • Obligatorio para monetizar la deducción.
    • 100% vinculante para Hacienda.
    • Muy recomendable si la empresa tiene beneficios recurrentes, proyectos complejos o quiere optimizar fiscalidad a largo plazo.

¿Cómo se calcula la deducción?

Veamos un ejemplo práctico para IT:

  • Gasto en innovación en 2023: 100.000 €
  • Deducción = 12% → 12.000 € menos de impuesto a pagar

En el caso de I+D con incremento sobre la media de años anteriores, puede llegar a ser así:

  • Media de los dos últimos años: 20.000 €
  • Gasto I+D en 2023: 80.000 €
  • Deducción:
    • 25% sobre los primeros 20.000 → 5.000 €
    • 42% sobre los 60.000 € restantes → 25.200 €
    • Total deducción: 30.200 €

Además, puedes aplicar el 17% extra si tienes personal técnico dedicado al 100%.

Cómo se solicita

La deducción se consigna en el modelo 200, en las casillas 01366, 01367 y 01368.

Y si quieres monetizar la deducción (recibirla como ingreso o compensar con otros impuestos como el IVA):

  • Debes tener IMV.
  • Mantener plantilla media (o de I+D+i) durante 2 años.
  • Aceptar una penalización del 20% (solo cobras el 80%).

Documentación que debes conservar

Aunque no haya que presentarla de entrada, Hacienda puede requerirla hasta 4 años después. Debes tener:

  • Documentación técnica del proyecto: memoria, hitos, versiones, funcionalidades, evidencias (capturas, informes).
  • Justificantes económicos:
    • Para personal: modelos 190, RNT, convenios colectivos, cálculo coste/hora.
    • Para proveedores: facturas + asientos contables.
    • Para amortización: certificados y tabla de amortización.
  • Facturas con conceptos válidos, redactados con precisión para evitar inspecciones.

¿Y si no soy una empresa “tecnológica”?

Este incentivo no es solo para startups deep tech. Algunos ejemplos reales: Lo que importa es que el proyecto suponga una mejora objetiva o subjetiva con componente técnico, no si tienes ingenieros en plantilla o si eres SaaS.

  • Una peluquera que encarga un desarrollo de software a medida para gestionar clientes y facturación → puede deducirse.
  • Una empresa textil que implementa RFID para trazabilidad interna → puede deducirse.
  • Una logística que optimiza rutas con algoritmos propios → puede deducirse.

Las deducciones por I+D+i permiten a las empresas recuperar entre un 12% y un 42% de sus inversiones en innovación. Son compatibles con subvenciones, aplicables todos los años, y acumulables hasta 17 ejercicios.

Eso sí: aprovecharlas bien requiere conocer los criterios técnicos, planificar la contabilidad y preparar documentación sólida.

Desde Premoney ayudamos a startups y empresas a identificar proyectos deducibles, calcular correctamente las bases, elegir el nivel de seguridad jurídica adecuado y acompañar todo el proceso con la administración y la certificadora.

¿Tienes dudas sobre si tu empresa puede aplicarse esta deducción? Escríbenos y te hacemos un diagnóstico gratuito.

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Ser estratégico sobre cuándo, cómo y por qué se financia una startup. Ayudamos a acceder a instrumentos como ENISA, CDTI y deducciones fiscales de I+D+i.
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